La escuela pública y universal no es un derecho sino una exigencia de la modernidad ilustrada, liberal y capitalista. El modelo de escuela autoritaria, que algunos llegamos a conocer, hace tiempo que ya no es funcional al capitalismo. El sistema capitalista, en su fase actual, ya no necesita «obreros dóciles y votantes crédulos», como explica Pedro García Olivo en una entrevista publicada por un periódico chileno. El capitalismo actual necesita “ciudadanos asertivos, emprendedores, organizativos; gentes creativas, imaginativas, asociativas, siempre —y este es el aspecto crucial— desde la aceptación franca de lo dado, desde la instalación plena en el sistema o, al menos, desde el deseo irrefrenable de acomodación. Para este nuevo perfil demandado por la máquina política y económica ya no sirve la escuela tradicional; se precisa una Escuela Renovada, y hay un interés mayúsculo, en las agencias económicas y en los poderes políticos, en promoverla».
La escuela ahora, igual que antes, es un instrumento del sistema global moderno, liberal y capitalista. El nuevo modelo de escuela que se impone hoy, libre, activa, participativa, creativa… es una trampa, porque en ningún caso se pone en duda el sistema para el que prepara ciudadanos del nuevo tipo, los que ahora necesita: ciudadanos y emprendedores que crean firmememente en la razón , en la ciencia, en el progreso y en el crecimiento ilimitado de la riqueza y de los beneficios…
Se puede acceder a la entrevista completa en su web, o descargándola desde aquí